Los ramos de flores en Madrid Centro suelen estar presentes en todos los momentos importantes de nuestras vidas: se regalan en los nacimientos, se llevan en las bodas, y se ofrecen en los entierros.

La costumbre de llevar flores a los difuntos no es propia solo de los cristianos, sino que tiene una larga tradición, pues hay datos que se remontan a hace más de 13.000 años. En Israel se han encontrado sepulturas con restos de flores que datan de la Edad de Piedra. Una de las razones por las que se hacía entonces era para disimular los olores de la descomposición del cuerpo, por lo que se colocaban junto a las tumbas plantas aromáticas como la menta o la savia.

Las flores no son solo un adorno: tienen un valor muy espiritual, y son un símbolo de admiración y respeto, por lo que es habitual entregarlas como ofrenda a aquellos que yacen difuntos. Además, sus colores alegres suavizan la atmósfera fría característica de los cementerios, por lo que en el Día de Todos los Santos los ramos de flores de Madrid centro ayudan a reconfortar a aquellos que visitan a sus seres queridos.

Dado que no se suelen frecuentar demasiado a menudo los cementerios, lo más habitual es emplear aquellas que aguanten bastante tiempo sin marchitar, así como los crisantemos y claveles. En los arreglos florales se suelen mezclar distintas plantas, obteniendo infinita variedad de estilos y combinaciones de colores: gladíolos, lirios, azucenas, margaritas y garberas se juntan con ramas de helecho y palmeras para completar los centros florales. También se pueden encontrar centros con formas concretas, recordando el trabajo o las aficiones del difunto.

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